La Pretemporada, tiempo que prepara al jugador para el inicio de la competición.

“Cuando acaba la pretemporada no se acaba el mundo, 

deberemos seguir entrenando,

puesto que inicia lo bueno… la competición”

La ilusión, la novedad, las nuevas y buenas intenciones, las necesidades económicas… en definitiva las ansias de los entrenadores y responsables deportivos por iniciar una nueva temporada en ocasiones pone en riesgo la correcta y coherente programación de aquello que verdaderamente es necesario y oportuno para el rendimiento de nuestros jugadores en un inicio de temporada.

Así que frecuentemente podemos ver equipos de la élite deportiva iniciando una pretemporada a miles de Km de distancia, con unos pocos días de preparación y de inmediato inmersos en una “mini competición” enfrentados a equipos de alto nivel competitivo y con la necesidad de sacar un buen resultado…“por el bien económico del equipo”. Sin duda para los responsables del rendimiento de los equipos esta situación no es nada atrayente. 

En otro nivel de preparación encontramos equipos que sin tener “necesidades económicas, ni compromisos ni urgencias competitivas” se complican la preparación pensando que “el mundo se acaba en las primeras semanas de la temporada” e invaden los primeros entrenamientos de la pretemporada de cantidad de información técnico/táctica, máxima exigencia física y un control exhaustivo del orden, la disciplina y las buenas intenciones (buenas intenciones que no se sabe muy bien porqué se van relajando a medida que la temporada avanza) ¿No os parece extraño ver cantidad de equipos durante los meses de Agosto y Setiembre corriendo por las calles y parques de vuestras ciudades, pueblos y barrios…que desaparecen el resto del año? Qué pasa entonces…! ¿Quizás ya no se entrena con tanta exigencia, o posiblemente durante el invierno el frio invita a no salir a la calle? Este año cada lunes al gimnasio para realizar el trabajo de fuerza… se decide con muy buena intención,…los tres primeros lunes se cumple el programa a la perfección y el cuarto ya fallamos… y la “buena intención empieza a diluirse”, lo mismo sucede con cantidad de “buenas intenciones” que no llegan a consolidarse por diversas razones. 

En cualquier caso el objetivo prioritario de la Pretemporada pasa por poner en forma a una serie de jugadores que no olvidemos vienen de un período de inactividad importante, y el contraste “inactividad/exigencia” va delicadamente reñida si la propuesta de entrenamiento no es la adecuada. Por esta razón existen unos principios básicos que deberemos respetar para una correcta aplicación del Modelo de entrenamiento de nuestra Pretemporada.

El primer factor a tener en cuenta para diseñar el programa, es el tiempo de duración de la pretemporada. Excederse o quedarse corto puede llegar a ser un problema. El jugador debe llegar al inicio de la competición en plenitud de condición y con una ilusión extrema. Si por excederse en el tiempo de preparación el jugador llega con cansancio no tan solo físico sino también psicológico habremos errado la pretemporada. Bajo mi punto de vista entre 4 y 5 semanas es suficiente para preparar al equipo para el inicio de la temporada. Para ello, cuando nos disponemos a pensar en el diseño de la pretemporada es imprescindible tener el calendario de competiciones encima de la mesa. Si el primer objetivo deportivo es asequible la pretemporada puede acortarse a las 4 semanas, pero si el primer objetivo es muy complicado la pretemporada puede prolongarse unos días más. En cualquier caso ¡no es necesario empezar las pretemporadas los lunes…! 

En segundo lugar, aunque parezca obvio citarlo el programa inicial de entrenamientos debe ser Progresivo en cuanto a la intensidad y dificultad de cada propuesta de entrenamiento. El carácter progresivo hace referencia a la exigencia del esfuerzo. No puede ser que a las primeras sesiones de la temporada nuestros jugadores sufran “unas agujetas que no les permiten caminar con naturalidad”. Está claro que el jugador por la inactividad de la que proviene padezca pequeñas molestias que irán desapareciendo si seguimos con el principio de progresión, pero de ahí a tener que “parar” un jugador por agujetas extremas no puede ser…! Lo mismo sucede con el contenido técnico/táctico de cada sesión. En ocasiones algunos entrenadores invaden las primeras sesiones de entrenamiento con una gran cantidad de información táctica, como si se tratara del último entrenamiento del año, sin tener presente que los jugadores ni están preparados físicamente para asimilar tanto contenido, ni su nivel de condición coordinativa sea la más adecuada en estos inicios de temporada. 

Otro principio básico que no debemos excusar es un adecuado orden del contenido. Los cocineros lo tienen muy claro, para hacer una buena paella primero, el aceite, después la cebolla, a los pocos minutos el pimiento, el tomate, la sal, seguidamente el arroz unos segundos y se añade el caldo el cual también ha tenido su tiempo y orden de cocción (esto es un ejemplo… si pretendéis hacer una buena paella aseguraros de la receta con los expertos cocineros). En nuestro caso este orden también existe. El trabajo aeróbico precede al trabajo anaeróbico por ejemplo, de la misma manera que el trabajo de fuerza precede al trabajo de velocidad. Y por lo que a la fuerza se refiere es evidente que la preparación muscular pasa por una propuesta de ejercicios con cargas muy ligeras y movimientos muy controlados primero, y a medida que el jugador progresa introducimos cargas más elevadas variando si es necesaria la velocidad del movimiento. En pretemporada este ordenamiento del contenido es mucho más evidente que durante la temporada, puesto que la inactividad ha hecho su mella en la fisiología y composición muscular del jugador, y el error puede pagarse muy caro. 

A partir de lo descrito, la pretemporada debe ser progresiva en cuanto a la exigencia y dificultad de cada tarea, ordenada por lo que se refiere al contenido específico y por encima de todo, destinar el tiempo justo de preparación en relación al primer objetivo deportivo de la temporada.

“La pretemporada es el espacio temporal destinado a poner a punto el equipo para el inicio de la temporada, por consiguiente si pretendemos que nuestro equipo mantenga siempre un nivel elevado de rendimiento 

tendremos que seguir entrenando…!”